Mick ha sido explorador desde 1968, cuando tuvo su primera OBE. Mapear los campos de energía y conciencia ha sido un paralelo igual con sus carreras como piloto y miembro del ejército estadounidense. Tiene una licenciatura en economía y realizó trabajos de posgrado en historia de la ciencia. Es experto en muchas formas de trabajo corporal y energético, así como en métodos de medicina nativa.

Viajar por todo el mundo para aprender de los curanderos indígenas ha sido el regalo de mi vida. Tener relación con el Instituto Monroe desde 1996 es otro de los regalos que considera especiales en su vida.

Mick cree firmemente en el contexto; nada sucede en el vacío. La evolución de una vida ocurre como resultado de la confluencia de las circunstancias de nuestra vida cotidiana y las fuerzas invisibles de la naturaleza que impregnan los campos de energía sutiles debajo de la superficie de los acontecimientos del día a día. Es en el equilibrio entre la comprensión y el empleo de las lecciones de ambos campos que uno puede encontrar una imagen más completa de sí mismo.

La gente de la Tierra cree que todas las cosas tienen conciencia o participan de la conciencia. Es en esa relación con todas las cosas que uno se vuelve parte del todo, o dicho de otra manera, se vuelve un todo. El reconocimiento y la aplicación del concepto de que “somos más que nuestros cuerpos físicos” es la plataforma de lanzamiento para la integración de los campos, o niveles de enfoque, en los que residimos.